Damas y Caballeros:
Me he agenciado, con la ayuda del Santi, una laptop para mi solito. Y así, de esa manera poder escribir sin dejar sola a la Yaya. Por supuesto, no sólo para comprarla me ayudó, (La compró el; yo dije que sí a todo) y luego me orientó para familiarizarme, (hasta ahí nomás) con este engendro de mandinga. Y, para probar la impresora, me bajó de internet la historia de Piriápolis. En pocos segundos imprimió cuatro páginas completas. Como dijo el gaucho del cuento de Paco Espínola, "mágica eso". Y gracias a la lectura de esas páginas, me enteré de cuánto le debemos a ese loco iluminado que fué Piria. El hizo venir, para asesorar sobre las cepas de viña que encargó a Francia para su bodega al pie del Pan de Azúcar, a don Brenno Benedetti; abuelo de don Mario.
De modo que gracias a eso el Mario nació en el uruguay.
Y, gracias a él, 40 y pico de años después de realizado su sueño de crear una ciudad balnearia, se realizó el mío. Una casita al pie de un cerro inmenso, lleno de árboles envueltos en luz y cantos de pájaros. Y la felicidad de los hijos y los nietos. De eso hablaremos en la próxima entrega. Ahora termino acá porque con este chiche nuevo, teclado distinto y otros etcéteras, ya mis pobrecitas neuronas no dan más. La Flaca dice que ella es cursi. ¡ja! ya va a ver cuando les cuente mis experiencias.
De modo que gracias a eso el Mario nació en el uruguay.
Y, gracias a él, 40 y pico de años después de realizado su sueño de crear una ciudad balnearia, se realizó el mío. Una casita al pie de un cerro inmenso, lleno de árboles envueltos en luz y cantos de pájaros. Y la felicidad de los hijos y los nietos. De eso hablaremos en la próxima entrega. Ahora termino acá porque con este chiche nuevo, teclado distinto y otros etcéteras, ya mis pobrecitas neuronas no dan más. La Flaca dice que ella es cursi. ¡ja! ya va a ver cuando les cuente mis experiencias.